Después de más de un año de necesario silencio, ¡vuelvo a la carga! y lo hago con una pieza muy especial en mi colección de vioches. Se trata de un bolso que diseñé en exclusiva para la boda de mi hermano el año pasado. Un clutch forrado de flores que daban exactamente el aire que yo quería a mi atuendo. Además, mi nombre es el de una flor, y como no podía ser de otro modo, encima siendo primavera, las flores debían estar muy presentes en esta celebración del amor. Desde que tuve la idea inicial, hasta que la hice realidad, pasaron meses, puesto que no me valía cualquier flor. Estuve mirando proveedores, porque al no poder hacerlo con flores naturales porque perecen rápido, ni tampoco flores secas por su delicadeza, tenían que ser artificiales. Quería que parecieran lo más reales posibles, y al final, como suele pasar con productos de calidad excelente... ¡el presupuesto se me fue de las manos! pero la ocasión lo merecía. Lo que tampoco esperaba era tardar tantas horas en hacerlo, y tantos tubos de mi pistola de silicona. ¡Madre mía! lo que luché y me quemé los dedos por mi innata impaciencia y ansia de que quedara perfecta la combinación de flores y hojas verdes. Las flores utilicé para diseñar el bolso fueron las siguientes: gerberas rosas, estátice en color lila y violeta, rosas de pitiminí beige, hortensias granates, hortensias bicolor en tono amarillo y borde coral, y camelias blancas.
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Ayer fue un gran día en las vidas de Oriol y Aïda, porque se dieron el "sí quiero". He tenido la suerte de compartir con ellos su felicidad, con un encargo muy especial que me hicieron, y en el que he estado inmersa este verano. Tenía muchísimas ganas de hacer algún vioche especial para una boda, y he tenido la ocasión de hacer tres. Ellos querían regalar dos cuadros a parejas casaderas, y otro de ellos a la niña que llevaba los anillos en este día tan señalado. Voy a enseñaros todos en el mismo post porque son puro amor. El primero de ellos está destinado a la pareja de Mercè y Bernat. La frase que titula el cuadro, ¡lo dice todo! Bernat y Mercè son compañeros de trabajo de Oriol. Tienen un hijo que se llama Marc y un bulldog inglés. A él le gustan mucho las motos. Viendo las referencias que me mandaron los novios, me di cuenta que esta pareja es pura ternura. Si ampliáis las fotografías, podréis ver con todo lujo de detalles cada centímetro de estos muñequitos de fieltro. ¿Qué me decís de los botones de la chaqueta del novio? ¿Y del cinturón de perlas del vestido de la novia? En vioches nos encantan las flores, por eso podéis ver abajo el detalle del ramo de Mercè, así como la flor que adornaba su cabello. Las telas del fondo del cuadro tienen un estampado muy fino, y una cinta con topitos grises que une ambas partes dando un aspecto muy divertido. Para los que no sepáis catalán, Demana-li la mà Bernat! quiere decir Pídele la mano Bernat! Las letras están bordadas en la tela con un color verde muy intenso. La siguiente protagonista es la pequeña Noa. Ella es la encargada de llevar los anillos en la boda
Como ya dijimos, el animal preferido de la pequeña princesa es el oso, por eso añadimos un botón rosa de osito en su inicial. Además, las letras están decoradas con mariposas y flores tanto en botones como en diversas piezas metálicas. Como toque especial, pequeñas perlas cultivadas decoran su nombre. ¡Anda! si la cinta que separa las telas, también contiene flores y mariposas :) Será que en vioches hemos pensado que a Noa seguro que le van a encantar. La última pareja que tengo el placer de presentaros son Silvia y Nacho. Chicos, animaros porque ¡queremos ir de boda! Silvia es una de las mejores amigas de Aïda. Nacho es de Madrid y un gran aficionado a la fotografía. Les encantan los perros y tienen un galgo. Silvia también está preciosa, sus pendientes de perlas, que también dominan su recogido, las delicadas rosas de su ramo en beige y rosa, el velo y el vestido con detalles de puntilla de flores son simplemente perfectos. El resultado final, aquí lo podéis observar. Las telas son las mismas en los dos cuadros porque la combinación era tan genial que no encontré otra igual para que lucieran ambas parejas por igual. Espero que os hayan encantado. A Oriol y Aïda sé de buena tinta que les entusiasmaron. Desde aquí, les deseo lo mejor a los recién casados y espero que surtan efecto los vioches para que alguna de estas parejas tan lindas se decidan a dar el paso.
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